lunes, 6 de febrero de 2012

LOS RIOS DEVA Y SAJA SE DESBORDAN CAUSANDO INUNDACIONES

 
Los vecinos de Renedo de Cabuérniga vieron como el agua entraba en sus casas, lo mismo que por la noche le ocurrió a los de Molled

De hielo, nieve y temperaturas bajo cero, se pasó en menos de 24 horas a las fuertes lluvias, a la subida de las temperaturas y, en consecuencia, al rápido desnieve que provocó ayer el desmadre de los principales ríos de Cantabria. Los vecinos de los pueblos ribereños, que vieron ayer cómo el agua anegaba sus fincas, las calles de sus pueblos y sus viviendas, pasaron la noche en vela esperando poder atisbar la riada.
El río Saja se 'comió' ayer Renedo de Cabuérniga y sacó a unos vecinos más que hartos de sus casas a las calles inundadas una vez más en los últimos dos años. «Ya no podemos más», decían. Y es que la localidad sufrió de nuevo el desbordamiento del río hacia el medio día de ayer, como sucede cada vez que llueve mucho. La suerte no llegó a casa los padres de Mellines, de 81 y 87 años, donde el agua llegó a alcanzar un metro y medio de altura. «Mi madre está en silla de ruedas y han tenido que sacarla los bomberos», explicaba esta mujer a Lucía Alcolea.
En Reinosa, el río Ebro, a su paso sobre todo por la calle del Ebro y por el Campo Colorado, se desbordó ayer inundando garajes. El resto de la comarca no se libró tampoco de sus aguas. En Aradillos, un local del alcalde Manuel Ángel García Macho también se anegó. En Requejo, como ya es frecuente, el Ebro se desbordó en la zona de la Riguera. El Reinosa el agua superaba 'los puentucos'. En Cañeda el agua del arroyo que atraviesa el pueblo y desagua en el Besaya anegó varias casas, de las que la más perjudicada fue la de los padres del alcalde de Matamorosa, Carlos Rayón. La fuerza del agua irrumpió con toda su fuerza en el garaje introduciendo en él, más de medio metro de nieve. Para evitar el paso del agua dentro del edificio colocaron bloques de hormigón, informa José Luis Sardina.
Las fuertes lluvias y el deshielo fueron, como en el resto de desbordamientos, las causas de que el Deva bajase muy fuerte. A las cinco de la tarde, al unirse en Potes con el río Quiviesa, que baja desde San Glorio, provocó una fuerte crecida que, a partir de la unión de los dos ríos debajo de la Torre del Infantado, ocupó el paseo fluvial de la villa. Troncos y ramas bajaban por el río. La nieve fue desapareciendo de las zonas altas y en Potes por la tarde las fuertes lluvias cesaron, aunque se esperaba que durante la noche pudiera subir el nivel del río, informa Pedro Álvarez.
No sólo los pueblos situados junto a los ríos tuvieron ayer problemas. Las carreteras también padecieron lo suyo. Por ejemplo, el deshielo provocó un accidente en la Autovía de la Meseta a la altura de Cañeda (Campoo), que se inundó por las aguas que bajaban por los barrancos.
La crecida con la que discurría ayer el río Saja provocó la muerte por ahogamiento de un caballo en el tramo situado entre la Mies de Mazcuerras y Villanueva. Un ganadero pudo salvar dos yeguas de su propiedad, sacándolas de la zona de las fincas inundadas, y a las que también arrastraba la riada. Mientras hacía esta maniobra no pudo salvar a un caballo al que le cubrió por completo el agua y fue llevado por la corriente.
Igualmente en el centro hípico de Cos, propiedad de Íñigo Muguruza, con una importante cuadra de caballos de equitación, tuvieron que desalojar los animales de las zonas más cercanas al río porque estaban anegadas de agua.
Las incidencias también afectaron a las carreteras autonómicas. Hubo que cortar por inundación la carretera de Cabuérniga, así como la de Molleda y el acceso a Prío (Val de San Vicente). También aparecieron pequeñas balsas de agua en la carretera de Pedredo, en Santa cruz de Iguña y en La Gándara, y hubo inundaciones en las carreteras en Lebeña, en el Alto de Quijano.
Asimismo, se cortó la carretera por desprendimientos en ambos carriles en la CA-280, en el cruce a Bárcena Mayor, en la carretera de San Pedro de Romeral, en Vega de Pas y en Frama.
Respecto a los argayos, se produjeron en la calzada de Cosío y en la de Collado de Cieza. También hubo sendos argayos en San Roque de Río Miera y en Terán. Se registraron desprendimientos de piedras en la calzada de Fuente Dé y aparecieron piedras y ramas en la calzada de Cabuérniga.
EA2CPG