En varios sectores del país ya es evidente el fenómeno en la erosión del litoral.
Hace un poco más de 72 horas, el Instituto Postdam, de Alemania, y la Universidad Complutense de Madrid advirtieron que si la temperatura promedio del planeta aumenta en 1,6 grados centígrados, la isla de Groenlandia se derretiría por completo. Hoy, la temperatura promedio ha subido 0,8 grados, pero los científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) han dicho que, en el mejor de los casos, y con compromisos estrictos de reducción de emisiones -sobre todo de los países más contaminantes, como China y Estados Unidos-, ese aumento podría ser de mínimo 2 grados, con lo que el deshielo del territorio groenlandés, bajo dominio del reino de Dinamarca, sería intenso e irreversible.Un año atrás también sonaron otras alertas, esa vez de la Nasa. La agencia espacial dijo que las capas de hielo de la Antártica y otras muchas del Ártico se están fundiendo más rápido de lo que se esperaba.A los colombianos todo esto les puede sonar ajeno y remoto, pero, muy al contrario, nos involucra, y más de lo que quisiéramos.
Se sabe que cuando un glaciar en los polos se disuelve y se transforma en agua, ese líquido cae al océano, y lo que antes era una costa comienza a quedar bajo el agua.Tanto la Nasa como voceros del Postdam dicen que la fusión de enormes témpanos en ambos polos podría contribuir a un aumento del nivel del mar de varios metros, lo que afectaría a millones de personas en áreas costeras.
Y muchos territorios colombianos, con sus pobladores, están dentro de ese grupo de potenciales afectados.
Según el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), un nivel del mar más alto se podría tragar costas de Nariño, Antioquia, Córdoba, Chocó y Valle, entre otros, una situación que podría llegar a ser una tragedia de aquí a 50 años, pronóstico que es ratificado por el IPCC.
Para no ir más lejos, en Providencia y Santa Catalina quedaría inundado el 3,8 por ciento del terreno, y capitales costeras como San Andrés tienen en riesgo el 10 por ciento de su territorio. Existe la posibilidad de que parte de Cartagena, especialmente su zona turística, resulte inundada por el agua, diagnóstico que ha sido respaldado por el Banco Mundial y que ya se hace evidente en la zona histórica durante las temporadas de lluvias.
En síntesis, y según análisis del Invemar, de aquí a 20 años el 51 por ciento de las áreas urbanas del Caribe y cerca del 63 por ciento de las del Pacífico -3'100.000 habitantes- tendrían algún tipo de afectación por un océano cada vez más agresivo, que aumenta entre 2 y 4 milímetros anuales.
Hoy, en el Caribe hay aproximadamente 2 millones de personas viviendo en potenciales zonas de afectación.Para el litoral Pacífico, se calcula que la población que se encuentra en esa misma condición llega a 498.970 personas. La Comisión Colombiana del Océano (CCO) ha explicado, por su parte, que en los últimos años el nivel del mar en la costa Atlántica ha subido 3 centímetros, y en la del Pacífico, 5 centímetros, un incremento que, de paso, eleva las posibilidades de que haya muchos daños en los ecosistemas.
Un mar fuera de control no solo causa inundaciones; también genera erosión, pues comienza a golpear con más fuerza y volumen sitios que antes estaban lejos del agua. Por eso, de acuerdo con el Invemar, la costa Atlántica ha perdido alrededor de 515 kilómetros lineales de terrenos, que se han desmoronado frente al mar.
Cien hectáreas de ese total estaban dedicadas a la agricultura. También se han visto afectadas alrededor de 1.000 viviendas que han sido averiadas por las olas. En la isla de Tierrabomba, frente al sector de El Laguito, en la Heroica, la Universidad de Cartagena ha establecido que el agua se ha comido al menos 200 metros cuadrados de playas. Otras costas que muestran pruebas evidentes de erosión son las de La Guajira. Les siguen las de Córdoba, Antioquia, Magdalena y Bolívar.
Los estragos también son para el saneamiento de las poblaciones, ya que en Tumaco (Nariño) el mar ha invadido pozos de agua dulce. También, muchos animales y manglares mueren al entrar en contacto con una salinidad más fuerte.
Ricardo Lozano, director del Instituto de Hidrología y Estudios
Ambientales (Ideam), le explicó a EL TIEMPO que las repercusiones del deshielo ya están previstas, pero esta situación global obliga a que se hagan ajustes en prevención y en reducción de la vulnerabilidad. "La misión de los alcaldes ahora es definir reubicaciones o no dejar construir más hoteles o casas en zonas costeras en riesgo".
10 estados pueden hundirse
El presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, ha gobernado simbólicamente en traje de buzo. Esto para llamar la atención ante la inminencia de que su país se hunda por el aumento del nivel del mar, según lo ha advertido el IPCC. A esa emergencia se suman Tuvalu, Islas Salomón, Seychelles, Fiyi, Samoa, Kiribati, Vanuatu, Nauru e Islas Marshall.
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