Los técnicos ferroviarios retiraron el carbón y repararon los raíles para restablecer la circulación en la zona, un tramo de vía única destinado exclusivamente al transporte de mercancías y ubicado junto a un paso a nivel a la altura de Química del Nalón. El «bogie» del tren (las ruedas del convoy) también resultó afectado, y Feve ha asegurado que investigará las causas del accidente. El tren cubría el trayecto entre El Musel de Gijón y la central térmica de Soto de Ribera, por lo que el descarrilamiento no interrumpió el tráfico de pasajeros.
Los vecinos de la zona, sin embargo, recibieron la noticia del descarrilamiento con preocupación. «Que ocurran dos accidentes en tan poco tiempo da qué pensar, lo único que pedimos es que Feve aclare pronto qué está pasando y elabore un informe del estado de las vías y los puntos negros», comenta el presidente de la Asociación de Vecinos de Trubia, Roberto Velasco. La eliminación de los dos pasos a nivel de la localidad es otra de las reivindicaciones de los trubiecos. «Queremos que instalen pasos elevados por la seguridad de peatones y vehículos. Por el tramo del accidente pasan varios camiones que descargan en la Química del Nalón», señala Velasco, que también defiende el desdoblamiento de las vías en la línea de pasajeros Oviedo-Trubia.
El choque de trenes de San Claudio tuvo lugar el jueves, a las dos y veinte de la tarde. Según Feve, el tren regional que cubre el trayecto entre Ferrol y Oviedo rebasó indebidamente un semáforo en un tramo de vía compartido, de forma que el convoy de cercanías entre Oviedo y Trubia, que llegó un instante después, impactó frontalmente con él. El accidente se saldó con 21 personas lesionadas, ocho de las cuales tuvieron que ser trasladadas al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) por politraumatismos. La circulación ferroviaria fue restablecida a lo largo de la tarde y todos los heridos leves recibieron el alta médica el mismo día del siniestro ferroviario.
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