miércoles, 23 de febrero de 2011

EL TEMPORAL DEJA EN CANTABRIA UN RASTRO DE ARGAYOS

*Las carreteras cántabras padecen las consecuencias de la lluvia y el viento
En Villacarriedo se registraron 36 litros por metro cuadrado, pero en el centro de Santander no pasaron de nueve .
 

La borrasca que desde el pasado lunes lleva recorriendo Cantabria dejó ayer agua (menos de la esperada) y algunas incidencias de consideración en las carreteras y vías urbanas. Tres argayos en otros tantos viales y numerosas caídas de ramas, cables, señales y contenedores de basura constituyen las incidencias más destacadas. Para el conjunto de la jornada de ayer se preveían precipitaciones superiores a los 40 litros por metro cuadrado, que, sin embargo, no llegaron a alcanzarse. Sólo los datos obtenidos en las localidades de Villacarriedo y Ontón (Castro Urdiales), con 36 y 29 litros respectivamente, se aproximaron en cierto modo a aquellas cifras.
                                         El temporal deja un rastro de argayos
En el centro de Santander sólo se registraron nueve litros por metro cuadrado y en el puerto de Raos doce. Otras localidades costeras, como San Vicente de la Barquera, tampoco pasaron de diez. En Nestares (Campoo de Enmedio) tan sólo se contabilizaron dos litros por metro cuadrado, según los datos facilitados por el Gobierno de Cantabria. El viento, en cambio, sí proporcionó mayores sobresaltos. La estación situada en Raos, dependiente de la Autoridad Portuaria de Santander, registró rachas de hasta 75 kilómetros por hora, aunque a lo largo de la tarde su intensidad fue remitiendo hasta situarse en cifras comprendidas entre los 20 y los 30 kilómetros por hora. En San Vicente de la Barquera, la racha máxima alcanzó los 67 kilómetros por hora. Como consecuencia de ambos fenómenos -lluvia y viento-, en las carreteras cántabras se produjeron tres argayos y numerosas caídas y desprendimientos, que provocaron hasta una veintena de intervenciones por parte de los servicios del 112. La mayoría de estos hechos ocurrieron a lo largo de la mañana.
Los movimientos de tierra tuvieron lugar en la CA-258, a la altura del pueblo de Carasa (Junta de Voto); en la CA-634, entre la localidad de San Roque de Riomiera y el puerto de Lunada; y en la CA-185 de Potes a Fuente De, en el término municipal de Camaleño.
En cuanto a la caída de árboles y ramas y los desprendimientos de cableado y señales de tráfico, la mayor parte de las incidencias se registraron en entorno urbanos como Santander, Torrelavega, Castro Urdiales y Camargo. En su conjunto, los servicios del 112 tuvieron que coordinar veinte movilizaciones de bomberos, Guardia Civil y sus propios efectivos por este motivo.
Desbordamiento de ríos
El temporal también provocó pequeñas inundaciones y desbordamientos de ríos y arroyos. Tres de ellos afectaron a la circulación, en las localidades de Nocina (Guriezo), Puente Rúa Hermosa (Rasines) e Igollo (Camargo). Dos desprendimientos de cornisas, en Potes y Santander, provocaron asimismo la intervención de los servicios de bomberos. En Potes la cornisa que amenazaba con caer pertenecía a las instalaciones del Colegio Concepción Arenal. En Santander el desprendimiento de la cornisa se produjo en una edificación de la calle Carlos Haya.
La flota pesquera de la región tuvo que permanecer amarrada. Desde que el pasado 15 de febrero quedó autorizada la venta de verdel/sarda, los barcos pesqueros apenas han podido trabajar a causa del viento, aunque podrán hacerlo en los próximos días gracias a la previsible mejoría.
EA2CPG