Dieciséis de los 18 niños que el pasado jueves quedaron sepultados después de que un alud cayera sobre su escuela de la localidad de Zhenhe, ubicada en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, han fallecido, mientras que los dos restantes y un adulto siguen en paradero desconocido.
En una rueda de prensa celebrada a última hora del jueves, las autoridades locales han informado de que los equipos de emergencia han recuperado los cadáveres de 16 niños, mientras que siguen trabajando en la búsqueda de los tres desaparecidos.
El desprendimiento de terreno se produjo alrededor de las 8.00 horas (2.00 horas en España), cuando los niños ya se encontraban en el interior de la escuela Primaria de Tiantou, a pesar de que desde el 30 de septiembre y hasta el 7 de octubre es fiesta nacional.
Los 160.000 metros cúbicos de tierra sepultaron a 19 personas --18 estudiantes y un habitante de Zhenhe, que se encontraban en el centro educativo-- y han herido a otro adulto, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.
En cuanto a los daños materiales, el desprendimiento de terreno ha sepultado tres viviendas cercanas a la escuela y ha afectado a más de 800 inmuebles. Además, ha bloqueado el cauce de un río formando una barrera natural de 15 metros de ancho por siete de profundidad.
En este contexto, las autoridades locales han ordenado evacuar a las más de 800 personas que viven en las inmediaciones del río y asegurar la zona, para lo cual han movilizado a un total de 2.000 efectivos de emergencias, que ya han comenzado a repartir 'kits' de supervivencia entre la población.
La localidad fue una de las afectadas por el terremoto registrado el pasado 7 de septiembre en el suroeste del gigante asiático, que dejó 81 fallecidos y 800 heridos.
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