La violencia con la que el huracán Sandy golpea la costa este de EEUU ha puesto en guardia a su seguridad nuclear. Tres reactores han parado debido a la complicada situación en la que se encontraban por el azote del viento y el agua y otro más lleva varias horas en alerta y alimentando la refrigeración del combustible atómico con los generadores diésel de emergencia.
El reactor de Oyster Creek, el más viejo de EEUU, tuvo que recurrir a la alimentación de emergencia pasadas las 4 de la madrugada, hora local, para mantener frío el combustible nuclear. Los generadores diésel se activaron automáticamente al perderse la alimentación eléctrica exterior, según ha notificado la Comisión Reguladora Nuclear (NRC). Este reactor, puesto en marcha en 1969 con la misma tecnología que el de Garoña en Burgos, sufre una inundación severa, con el agua alcanzando los dos metros de altura, lo que ha provocado que se declare la situación de alerta en la central.
Oyster Creek, que se encontraba en parada antes de la llegada del huracán, tiene además un grave problema con sus sistemas de alarma, tras perder 36 de sus 43 sirenas. La normativa obliga a tener operativos el 75% de estos sistemas de alerta para los trabajadores de la central atómica.
El reactor 1 de la central neoyorquina Nine Mile Point sufrió una parada automática por culpa de la tormenta, que tumbó su alimentación eléctrica. El reactor 2 de esta central todavía aguanta con una toma exterior de las dos con las que cuenta, aunque se han activado automáticamente los generadores de emergencia. También ha sufrido una parada automática la unidad 3 de la central de Indian Point, en Nueva York, por problemas de alimentación eléctrica. Por último, el reactor 1 de Salem (Nueva Jersey) se paró de forma manual al detectarse un problema en el sistema de circulación del agua derivado de los escombros arrastrados por la tormenta.
La NRC había planificado un sistema de alerta para blindar los 15 reactores que podrían verse afectados por el huracán. Envió inspectores a todas estas centrales con sistemas de comunicación vía satélite y movilizó generadores eléctricos de emergencia para evitar que Sandy causara más estragos de los aceptables.
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