El 27 de septiembre, unas ocho toneladas de ácido fluorhídrico, un veneno grave que puede dañar los pulmones y huesos, y afectar al sistema nervioso, se fugaron del fabricante de sustancias químicas Hube Globe en Gumi, a unos 200 kilómetros al sureste de Seúl, matando a cinco trabajadores y dejando heridos a otros 18.
Desde entonces, el gas que se fugó ha causado que se enfermen más de 3.000 residentes, además de que cientos de habitantes en la región afectada han sido evacuados a áreas seguras, ya que aún persiste un olor picante en el aire en dos pueblos que son hogares de unas 1.200 personas, según los funcionarios y habitantes.
Los cultivos y frutas en más de 212 hectáreas de tierras de labranza y huertos se han marchitado, y unos 3.200 animales de ganado han estado babeando mucho o mostrando síntomas similares a una gripe, añadieron.
La fuga de gas también ha costado a fábricas en el complejo industrial alrededor de 17,7 mil millones de wones (15,9 millones de dólares) en producción perdida, animando llamamientos para la ayuda de emergencia del Gobierno central.
El Gobierno envió tardíamente un equipo de inspectores in situ a Gumi el pasado viernes y anunció su decisión de designar el lugar de accidente como una zona especial de desastre después de una reunión de viceministros relacionados en la Oficina del Primer Ministro.
En virtud de la ley, un área especial de desastre designada por el Gobierno tiene derecho a la ayuda financiera adicional del Gobierno central para cubrir los costos de rehabilitación. Se da reducción presupuestaria a los residentes afectados y ellos tienen derecho a retrasar el pago de sus impuestos, seguros públicos y pensión nacional.
EA2CPG
