Siguen sin aparecer los propietarios del pabellón que ocupaba la empresa Pealsa, en Zalla, pero en la antigua fábrica de envases se ha detectado movimiento en los últimos días. El Ayuntamiento descubrió la presencia de un camión en la planta la pasada semana. Todas las sospechas apuntan a que podría haber entrado para llevarse maquinaria u otras mercancías de su interior. «Estuvo allí parado bastante tiempo», explicó el concejal de Medio Ambiente, Manu Maestre. El edil destacó que no se trataba de «los típicos chatarreros», ya que llegaron a desplegar maquinaria en la zona como un pequeño vehículo para el transporte de palets.
La noticia ha despertado los recelos del Consistorio encartado. No en vano, el propio Gobierno vasco permanece a la espera de una respuesta por parte de los propietarios, ya que en el plazo de unas semanas está previsto que se intervenga en el interior de la fábrica. Allí inspectores han descubierto «materiales volátiles e inflamables», según revelaron los portavoces de Medio Ambiente. El problema radica en que limpiar todo el solar, ubicado a pocos metros de varias viviendas, acarreará unos costes muy elevados, y todavía no está claro a quién se le pasará la factura. «Nosotros hemos estado hablando con antiguos trabajadores, investigando donde estaban los dueños. Incluso el que era abogado de la empresa nos ha dicho que no sabe nada de ellos desde hace dos años», advierte Maestre.
Cuando el Ayuntamiento de Zalla descubrió el camión en la fábrica de Pealsa, tras recibir el aviso de un vecino, envió a la Policía local. Sin embargo, para cuando los agentes llegaron allí las instalaciones volvían a estar abandonadas. Días después, aún permanece tirada en el suelo una de las cadena de hierro candada que cerraba el paso a los vehículos.
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