Se espera que la tormenta -la más grande en los últimos cinco años- envíe un torrente de partículas cargadas entre las 06:00 GMT y las 10:00 GMT de este jueves, según expertos en el clima en EE.UU.
El fenómeno se originó a partir de dos grandes llamaradas solares que se produjeron a principios de esta semana.
La tormenta tendrá mucho mayor impacto en las zonas cercanas a los polos, por lo que muchos pilotos de aviones serán advertidos para que cambien sus rutas para evitar esas áreas.
Pero también hay una gran probabilidad de ver auroras boreales y australes en esas regiones, si el cielo está despejado.
Joseph Kunches, un experto en la agencia meteorológica del gobierno estadounidense (NOAA, por sus siglas en inglés), describió la tormenta como la versión solar del supermartes, en referencia a las primarias republicanas que se llevaron a cabo en diez estados del país.
"El clima espacial se ha puesto muy interesante en las últimas 24 horas", dijo Kunches.
"Nos está pegando ahora justo debajo de la nariz", agregó.
Hasta el viernes
Se espera que las partículas golpeen la Tierra a 6,400,000 kilómetros por hora.
Y los expertos estiman que la tormenta durará hasta el viernes por la mañana.
Jonathan Blake, de la BBC, informa desde Washington que las empresas estadounidenses de energía están monitoreando las redes para detectar irregularidades.
El periodista explica que los satélites también podrían verse afectados, por lo cual puede que los sistemas de navegación satelitales no funcionen correctamente.
Otras tormentas magnéticas solares han sido observadas en décadas recientes.
Una enorme llamarada solar en 1972 desconectó las comunicaciones telefónicas de larga distancia en el estado de Illinois, EE.UU.
En 1989, una tormenta solar provocó cortes de energía en Canadá que afectaron a seis millones de personas, señala Blake.
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