Llevaban doce días a la deriva por el Pacífico, sin poder comunicarse con tierra y sin posibilidades de auxilio cuando apareció un barco de la conservera gallega Calvo y los rescató a 1.050 millas de Ecuador. Tres pescadores ecuatorianos navegan ahora a bordo del Montelape para encontrarse con una lancha guardacostas de Ecuador que se hará cargo de los náufragos.
Francisco y Wilmer Freire (49 y 21 años, respectivamente) y Henry Jiménez (38) zarparon a las siete de la mañana del 26 de septiembre de la isla Pinta, en las Galápagos, a bordo del San Antonio. Iban a pescar bacalaos con el apoyo de tres lanchas de fibra auxiliares, que llevaban dos tripulantes cada una. Los botes estaban seis millas mar adentro cuando se percataron de que el pesquero se alejaba. Ya no lo volvieron a ver. Los seis marineros que ocupaban las embarcaciones menores quedaron a la deriva y fueron rescatados el viernes y el sábado.
Sin embargo, el San Antonio fue arrastrado por las corrientes y en doce días navegó 312 millas, que fue donde el lunes a las siete de la mañana lo localizó el Montelape, un atunero de Calvo Pesca con base en La Unión, El Salvador. Según Carlos Sánchez, director de flota de Calvo, los tres náufragos están bien. «Tenían comida suficiente a bordo, pero carecían de electricidad porque su barco sufrió una avería en el motor», explicó. Está previsto que esta mañana, sobre las nueve, el Montelape se encuentre con la embarcación guardacostas Isla Española a 120 millas de Puerto Baquerizo Moreno (Islas Galápagos) para hacerle entrega de los tres rescatados.
Sin embargo, el barco del grupo conservero gallego no pudo arrastrar el San Antonio, un pesquero de 10 metros de eslora, porque su estado no resistiría un remolque. Las familias de los tres marineros salvados ya están al tanto de la situación e incluso pudieron ponerse en contacto con ellos a través de una comunicación por satélite. Tanto el pesquero como sus tres tripulantes fueron dados por perdidos el día 28. Fueron buscados infructuosamente por mar y por aire en un radio de 180 millas al norte de la isla Pinta.
No es la primera vez que un barco de Calvo recoge náufragos. Hace dos años rescataron en Cabo Verde a un navegante solitario que pretendía hacer la travesía Senegal-Nueva York.
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