La Agencia Estatal de Meteorología mantiene para hoy la alerta amarilla por lluvia, nieve y fenómenos costeros
El temporal abandona hoy la región sin que, afortunadamente, se hayan registrado grandes incidencias a su paso, gracias, en parte, a una intensidad menor de la temida y, también, a las medidas de precaución adoptadas tras el aviso de su llegada.
La alerta amarilla por lluvia, nieve y fenómenos costeros que para hoy, domingo, mantiene la Agencia Estatal de Meteorología, corresponde a los últimos coletazos de una borrasca que desaparecerá mañana, lunes, sin dejar rastro.
La nieve hizo ayer su aparición, como estaba previsto, a partir de la cota de 800 metros, pero lo hizo tímidamente, dejando espesores de hasta seis centímetros que no llegarían a cuajar. Ejemplo de ello fue la nevada caída sobre Alto Campoo, que ni siquiera compuso un manto blanco uniforme en las zonas más altas de la estación invernal, que se ve obligada a demorar su apertura. Liébana fue otro de los puntos de la geografía regional donde mayor cantidad de nieve se acumuló, aunque siempre de forma muy moderada. También se registraron leves nevadas en otras zonas altas, como Palombera, o las montañas que se alzan sobre San Roque de Riomiera.
Intensas granizadas
También se formaron balsas de agua en las carreteras A-8 (Bárcena de Cicero), A-67 (Piélagos y Santander), N-634 (Camargo), S-10 (Astillero) y CA-240 (Camargo). En los accesos a Brañavieja (CA-183) se alertó por la nieve en la calzada. Además, las últimas horas de la jornada se caracterizaron por espectaculares granizadas de forma intermitente. El viento volvió a jugar malas pasadas, como sucedió en la localidad de Isla, donde se produjo una interrupción momentánea del suministro eléctrico por la caída de una rama encima de unos cables. En Santander se produjo el desprendimiento de parte de la fachada de un edificio en la calle del Monte, junto al Meteorológico, y en el alero de otro situado en la calle San Simón.
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