"Una es por incendios forestales, porque la acumulación del material vegetal derivado de ese intenso invierno que tuvimos, generó mayor combustible vegetal como son los matorrales, como son los follajes ... eso acompañados de las malas prácticas humanas", reveló Hernández.
Por esa razón, consideró que es fundamental que los ciudadanos cuando acudan a zonas boscosas sean cuidadosos con los elementos que usan, como vidrios o mechas y evitar la combustión. "Las quemas controladas si no están autorizadas podrían convertirse en una amenaza", comentó.
Hernández dijo que el oriente, el Urabá y el Valle de Aburrá son las zonas que más riesgo presentan para este tipo de situaciones.
Los vendavalesSin embargo, el director del Dapard añadió que aún es inminente el riesgo para que se registren lluvias acompañadas de vendavales como consecuencia del calentamiento del océano Pacífico.
"Mucho más intensos inclusive que los que tuvimos en la época del invierno debido a la condensación que se acumula en la atmósfera", agregó el funcionario, quien precisó que podrían registrarse ese tipo de fenómeno en el Atrato urabeño, en el suroeste y el norte del departamento.
Tampoco descartó que en el Urabá antioqueño el fenómeno de los huracanes ocasione mareas altas.
Recalcó que por esos riesgos hay alerta amarilla y de esta manera evitar hechos que lamentar.
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