domingo, 29 de diciembre de 2013

ELEVAN A 21 MUERTOS POR LLUVIAS EN BRASIL

Autoridades de Defensa Civil de Brasil confirmaron que el número de muertos por las inundaciones y deslizamientos de tierras originados por las intensas lluvias en el estado brasileño de Minas Gerais aumentó a 21.
El informe señala que tres personas fueron encontradas sin vida en las últimas horas; dos fallecieron ahogadas en la ciudad de Virgolandia, anegada casi completamente y un joven de 17 años de edad pereció aplastado por la caída de un árbol durante un vendaval en el poblado de Buritizeiro, otro ciudadano sigue desaparecido.
Defensa Civil también indicó que se incrementó de 51 a 84 la cifra de municipios afectados por estas precipitaciones que azotan el sureste de Brasil desde hace 12 días.
Unos siete mil de los diez mil damnificados se refugiaron en casas de familiares y amigos, mientras 116 viviendas quedaron destruidas y otras siete mil 99 sufrieron daños parciales.
Durante el recorrido realizado por la presidenta del país, Dilma Rousseff y el Gobernador del municipio Valadares (noreste de Minas Gerais), se mostró la magnitud del desastre causado por la crecida del río Doce y las amplias áreas anegadas, así como por los deslizamientos de tierra.
La mandataria anunció el envío de más ayuda humanitaria, en especial, agua potable, alimentos, mantas y colchones e instó a las tropas del Ejército y de la Defensa Civil a actuar con rapidez para evitar más muertes.
El pasado martes, Rousseff también visitó municipios del estado de Espíritu Santo, afectado igualmente por los aguaceros.
De acuerdo con datos de la Defensa Civil de ese territorio, la cifra de fallecidos asciende a 23, mientras que más de 60 mil personas fueron evacuadas.
Las lluvias disminuyeron en algunas zonas del sureste del país y en otras cesaron, pero continúan anegadas varias localidades, lo cual impide el inicio de labores de reconstrucción.
El jueves, Defensa Civil indicó en un informe que van 45 fallecidos y más de 60 mil desplazados en todo el país por las fuertes lluvias registradas en estas dos semanas, que consideran las más fuertes de los últimos 90 años.
La catástrofe natural que sacude al noreste y sureste de Brasil mantiene en alerta a las autoridades que se encuentran desplegados para atender la contingencia. El Estado brasileño diseñó un sistema de distribución de comida y ayuda humanitaria para las víctimas.