La fuerte tormenta Xaver barre el norte de Europa este
jueves, dejando dos muertos y otras dos personas desaparecidas,
perturbando el transporte y amenazando con provocar la mayor crecida
del mar en décadas.
Dos hombres murieron en Gran
Bretaña. En Escocia, un conductor de camión murió cuando su vehículo
volcó encima de unos coches cerca de Edimburgo por culpa del viento. En
Inglaterra, en Retford, un hombre murió al caerle un árbol encima.
En Suecia, dos marineros cayeron por la borda de un barco a 22
kilómetros de la costa sur de Suecia. No hay esperanza de encontrarlos
vivos.
"La zona fue peinada durante más de seis
horas y no hay rastro de los hombres", dijo la Autoridad marítima sueca
en un comunicado.
Con vientos de hasta 228 kmh, la
tempestad azotó en primer lugar el norte de Gran Bretaña, dejando
estampas propias de los huracanes tropicales y obligando a la
evacuación de vecinos y a reforzar los diques en zonas bajas.
Decenas de vuelos fueron anulados o sufrieron retrasos en todo el
continente, mientras que los servicios ferroviarios fueron suspendidos
en varios países.
Los aviones a los que la tormenta
sorprendió en vuelo se las vieron y desearon para aterrizar, tratando
de enfilar bien la pista mientras el viento los empujaba hacia fuera.
Uno de los puentes más largos de Europa, que une Suecia a Dinamarca, cerró al tránsito.
Más de 100.000 casas se quedaron sin electricidad en Gran Bretaña.
El primer ministro británico, David Cameron, convocó al comité de emergencia del gobierno.
El gran temor en todo el norte de Europa era un aumento de la fuerza
de esta tormenta el jueves por la noche, coincidiendo con mareas altas
en muchas zonas.
Las autoridades británicas
anunciaron que habían evacuado casas en Great Yarmouth, en el este de
Inglaterra, y avisaron de que la vida de la gente podría correr peligro
ante la mayor crecida de las aguas en 60 años.
En
Holanda, donde el 27% de la población vive bajo el nivel del mar, se
procedió a cerrar el gran dique Eastern Scheldt por primera vez en seis
años. Esta barrera fue construida tras la tormenta que mató a más de
2.000 personas en 1953.
Las autoridades holandesas decretaron la alerta máxima por peligro de inundaciones en cuatro zonas del norte y el noroeste.
Bélgica espera una crecida de las aguas de 6,1 metros, "la más alta en
30 años", dijo Carl Decaluwe, gobernador de la provincia de Flandes
occidental. "La combinación de viento y mareas altas puede hacer
aumentar mucho el nivel del mar", explicó Decaluwe.
Alemania reforzó los servicios de emergencia en la ciudad portuaria
norteña de Hamburgo y sus alrededores y suspendió las clases en varias
escuelas, mientras Suecia emitía alertas por inundaciones.
Caos en transporte. La tormenta causó graves problemas de transporte en todo el norte europeo.
La aerolínea holandesa KLM suspendió 84 vuelos continentales en el
aeropuerto Schiphol de Amsterdam, y unos 128 en Hamburgo, a cuyo puerto
se prohibió el acceso de los navíos más pesados por el fuerte oleaje.
También se cancelaron vuelos en los aeropuertos escoceses de Glasgow, Edimburgo y Aberdeen.
Los servicios meteorológicos británicos registraron rachas de viento
de 228 kilómetros por hora en las montañas de Inverness-shire, en
Escocia.
"No podemos seguir operando los trenes con
el viento que hay", dijo Nick King, portavoz de la compañía
ferroviaria, anunciando la suspensión del servicio en Escocia.
También se cerró el puente de Oeresund, que conecta Suecia y Dinamarca, por el que pasan coches y trenes.
Los ferrys entre Alemania, Suecia y Dinamarca también se suspendieron.