El fuerte oleaje superó al del día de Reyes y cubrió paseos marítimos y carreteras.
El temporal en el mar que provocó la ciclogénesis
explosiva Nadja, que se profundizó hasta los 954 milibares, volvió a
registrar ayer, por segunda vez en menos de un mes, olas de
impresionantes dimensiones, de hasta casi trece metros de altura
significante -que se haya a partir de la media del tercio más alto-. Fue
la marca alcanzada a las nueve de la noche en la boya de Estaca de
Bares, que superó la del día de Reyes, cuando se rozaron los 12 metros.
En la de cabo Silleiro se registraron cerca de nueve metros.
En el norte de la provincia de A Coruña golpearon
la costa olas individuales de hasta 22 metros de altura. Se repitió una
situación muy similar a la del día 6, cuando un fuerte temporal en el
mar coincidió con las mareas vivas. Ayer, en la pleamar, que tuvo lugar
en torno a las seis de la tarde, el nivel del mar se encontraba unos
cuatro metros por encima de la bajamar. Esto sumado al mar de fondo y a
los fuertes vientos, dio como resultado un impresionante oleaje, que
llegó incluso a cubrir carreteras enteras, como ocurrió en Baiona, donde
en la vía hacia A Guarda los coches tuvieron que apartarse al arcén
ante el impacto de las ondas. En A Coruña se suspendió la carrera
popular Torre de Hércules, que iba a discurrir delante del paseo
marítimo.
La Xunta pidió extremar las precauciones y tomar
todas las medidas de seguridad posibles tras los trágicos episodios
vividos en otras jornadas de alertas roja -tres miembros de una misma
familia arrastrados por una ola en Meirás, un ribadense desaparecido y
un mercante a la deriva a punto de encallar en la costa de Ferrol-. Van
ya seis avisos de riesgo extremo en el mar en poco más de un mes, uno en
Navidad, otro en Reyes, el martes y el miércoles, ayer y hoy.
Los vientos contribuyeron a complicar la
situación en el mar. Se superaron los cien kilómetros por hora en Punta
Candieira (108,3) y casi se alcanzaron en las Rías Baixas (98,1 en Ons).
Hoy se activa la alerta amarilla a última hora de la tarde por rachas
de más de 80 kilómetros.