El mayor temporal de los últimos años eleva la
alerta de naranja a roja y obliga a los municipos costeros a blindarse
ante olas de hasta 7 metros
Con las primeras luces del día, los
vecinos de los municipios costeros vascos han abierto el ojo -con miedo-
y mirado a sus playas. ¿Qué nos habrá dejado el temporal?. Euskadi ha
pasado la última noche en en alerta. El mar ha puesto en jaque al
territorio y aunque los municipios se habían blindado adecuadamente,
nunca se sabe hasta donde llegará la violencia de la naturaleza cuando
se desata. A estas horas, la playa de Ereaga, en Getxo, parece de la más afectada. Las olas han llegado hasta el paseo y han cuasado algunos desperfectos.
La Policía Local tiene cortado en paso de coches por la zona -no el de
peatones- y los servicios de limpieza comienzan con la labores.
El anunciado temporal ha llegado y
ha dejado algunas imimágenes tan peligorsas como espectaculares. A
última hora de la tarde del sábado, en Lekeitio ya se podían ver olas
espectaculares rompiendo contra el dique del muelle. En Bermeo, otra de las localides más afectadas, una de las partes del espigón se ha venido abajo por la fuerza del mar
y ha dejado desprotegidas varias de las lonjas donde los pescadores
guardan sus aparejos, que se han visto completamente anegadas. El
tráfico de barcos en este `uerto vizcaino estaba cerrado desde las tres
de la tarde de este sábado y no se pemitirá el paso hasta el lunes. Por
ello, muchos arrantzales aprovecharon la jornada para traer sus
embarcaciones a Bilbao y dejarlas a buen recaudo.
En Ondarroa un aparcamiento en superficie ha quedado inundado con 27 coches afectados, según informan los servicios de emergencia
Otros ayuntamientos, como el de San Sebastián -posiblemente la localidad vasca que más ha sufrido esta noche-
pedían desde primeras horas de ayer a sus ciudadanos sentido común para
no acercarse a lugares peligrosos. Esta mañana se ha podido comprobar
que el temporal ha destrozado el murete del puente de Santa Catalina y parte de la barandilla de piedra del puente de Santa Cristina,
que al igual que los del Kursaal y Mundaiz, permanecen cortados.
Asimismo hay daños en la barandilla de la playa de la Concha, el puerto y
el Paseo de Salamanca. La olas han golpeado con fuerza a los tres
primeros puentes sobre el río Urumea debido a la altura de la pleamar,
que ha agravado el impacto del oleaje en la costa. Esta circunstancia ha
provocado que, además del puente del Kursaal, el más cercano a la
desembocadura, las olas hayan impactado también en los puentes que
cruzan el río en el interior de la ciudad, como el de Santa Catalina,
que conecta la Avenida de la Libertad con el barrio de Gros, y el de
Santa Cristiana, que da acceso a la estación de Adif.
En la zona del casco viejo donostiarra, el agua ha llegado a
alcanzar un metro y medio, lo que además de afectar al paseo de
Salamanca que va en paralelo al cauce del río, el agua ha llegado a la
calle Aldamar y 31 de agosto, inundando algunos bajos.
El temporal ha causado desbordamientos e importantes daños en otras localidades costeras como Zarautz, Deba o Getaria.
Los peores momentos, de madrugada
Todo ello es solo el anticipo de lo
que llega. El Gobierno vasco ha mantenido activada la alerta naranja
desde las tres de la tarde, que pasará a ser roja a las tres de la
mañana. A partir de esa hora está previsto que se vivan los peores
momentos del temporal. De hecho, las autoridades vascas no han escondido
su preocupación por las consecuencias que pueda tener la potente mar de
fondo que azotará el litoral con olas de más de siete metros de altura y
que, además, coincide con un periodo de mareas muy vivas.
La alerta roja supone "el nivel más
alto del sistema de avisos y alertas y está asociada a fenómenos
meteorológicos no habituales de intensidad excepcional". De hecho, hace
más de dos años que no se lanzaba en Euskadi una alerta de este tipo; la
última fue el 16 de diciembre de 2011 por fuertes vientos en zonas
expuestas. En aquella ocasión, cuatro personas resultaron heridas en
distintos puntos del litoral al saltarse los cordones de seguridad y
acercarse demasiado a la mar. Menos suerte tuvo Abdu Ndiaye,
un marinero senegalés de 43 años al que la imprudencia de sacar una
foto en el puerto de Ondarroa le costó la vida el pasado martes. En esta
ocasión, la alerta era naranja.
Durante toda la noche y hasta bien
entrada la mañana se ha decretado la 'situación 0' del Plan de
Protección Civil de Euskadi. Ello posibilita una rápida intervención en
caso de ser necesario. Todos los ayuntamientos costeros y las cofradías
de pescadores han sido avisados para que tomen las precauciones y tanto
la dirección de Tráfico como las unidades de rescate de la Ertzaintza
han reforzado la vigilancia.