Fue algo más que un susto. Un incendio obligó ayer a aislar cuatro plantas del Edificio Gipuzkoa del Hospital Donostia y a desalojar varias dependencias, entre ellas las consultas de día de Oncología. Algunas intervenciones quirúrgicas se tuvieron que posponer una hora. No hubo que lamentar daños personales y los materiales no son especialmente elevados. «No ha habido problemas, pero he de reconocer que, al principio, hemos pasado algunos nervios; había cierta tensión. El humo siempre genera temores. Sin embargo, todo han funcionado correctamente», manifestó un trabajador del centro.
Fuentes de los bomberos y de la dirección del complejo hospitalario informaron de que el suceso tuvo lugar sobre las once y veinte de la mañana, en un sótano, situado en la parte trasera del Edificio Gipuzkoa, antiguo Hospital Provincial. José Manuel Ladrón de Guevara, director médico, señaló que fue el personal de farmacia quien detectó la presencia de humo en la planta del subsuelo, por lo que decidieron poner los hechos en conocimiento de los encargados del mantenimiento.
De acuerdo con las mismas fuentes, los responsables de dicho servicio acudieron al lugar y ante la densa humareda existente alertaron a las emergencias. Ladrón de Guevara precisó que los propios trabajadores, provistos de extintores, combatieron y sofocaron las llamas.
Al lugar acudieron efectivos de los bomberos así como dotaciones de la Ertzaintza y agentes de la Guardia Municipal que acordonaron la zona. También se desplazaron directivos del complejo sanitario guipuzcoano.
Imanol Andonegui, oficial del cuerpo de Bomberos de la capital, que dirigió las labores de extinción, señaló que el foco inicial se localizó en la carpintería y no se descarta que su origen estuviera en un soplete de soldadura.
Mucho humo El responsable del equipo de bomberos precisó que las seis personas que se hallaban en la farmacia pudieron abandonar el sótano por sus propios medios, si bien otras tres que se encontraban en la zona de rehabilitación recibieron algún tipo de ayuda para alcanzar el exterior. Entre estas últimas se encontraba un paciente en silla de ruedas.
El humo que generó el incendio se expandió, además de por el sótano, por toda la planta baja del centro, lo que obligó a suspender temporalmente las consultas de día de Oncología. Asimismo, la dirección ordenó que no iniciaran nuevas intervenciones en el área quirúrgica, situada en la primera planta, como medida de preventiva, a pesar de que el humo no había llegado a dicho espacio.
Debido también al humo se bloquearon las cuatro plantas superiores del edificio, si bien ninguna de ellas tuvo que ser desalojada. «Todo el personal y los pacientes que permanecían en las plantas han quedado confinados. Esta situación se mantuvo durante una hora», señaló Ladrón de Guevara.
Parte del humo se acumuló también en la escalera de caracol existente en la fachada principal del edificio, sobre la entrada al centro, por lo que fue necesario romper varios ventanales para que pudiera salir a través de ellos.
Las labores de extinción y aireación se prolongaron durante poco más de una hora y al cabo de este tiempo empezó a normalizarse la actividad. De esta manera, se pudieron reanudar las operaciones así como las consultas de día y también la preparación y reparto de fármacos que se había suspendido. De igual manera, se reabrieron las cuatro plantas que habían quedado aisladas.
La práctica totalidad de las ventanas del edificio permanecían a mediodía abiertas para ventilar pasillos y habitaciones. No obstante, costó que el olor a quemado desapareciera.
El director médico destacó la ausencia de daños graves «ni para las persona ni para las instalaciones», dijo. José Manuel Ladrón de Guevara destacó la intervención de los servicios públicos «que han actuado con una eficacia extraordinaria. Aunque el incidente ha sido mínimo, da mucha satisfacción ver que los sistemas de alarma han funcionado», manifestó el director médico del hospital.
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