sábado, 8 de junio de 2013

EL TEMPORAL EN CANTABRIA SE COBRA UN MUERTO

Las fuertes lluvias de las últimas horas en Cantabria han producido un "argayo" en la N-629, acumulación de agua en la CA-657, en el acceso a Ogarrio (Ruesga) e inundaciones en Castro Urdiales, según ha informado hoy Protección Civil.
El servicio del 112 recibió un total de once llamadas por incidencias relacionadas con fenómenos adversos, por las lluvias y tormentas que se han registrado en distintos puntos de la región.
Principalmente, ha habido problemas en las carreteras: un argayo en la N-629, inundaciones en el acceso a Ogarrio de la CA-657 y piedras en la calzada de la CA-261.
Además, se ha intervenido porque había piedras arrastradas en la CA-655 (Arredondo-Bustablado) y los bomberos de Castro Urdiales han tenido que actuar por la inundación de la calzada en el barrio de Iseca. 
MUERE PESCADOR EN LA RIA DE SANTOÑA AL SER ALCANZADO POR UN RAYO 
 Un pescador murió ayer fulminado por un rayo mientras faenaba en una pequeña barca acompañado por un sobrino en la ría de Santoña, a la altura de Montehano. Se trata de Julio César Silverio, de origen sudamericano y unos 50 años de edad, que sobre las tres y media de la tarde, en el momento más intenso de la tormenta eléctrica, sufrió la acometida de un rayo que lo tiró por la borda. Varios pescadores atendieron la llamada de auxilio del sobrino y, tras avisar a los servicios de emergencia, el cuerpo de Julio César pudo ser trasladado ya sin vida al puerto de Santoña.
Al parecer, el rayo alcanzó al pescador cuando pasaba con su barca por el tercer puente, el de Cicero. El sobrino intentó sujetar el cuerpo de su tío cuando el impacto lo lanzó del barco para impedir que cayera al mar, y lo tuvo agarrado mientras pedía socorro a otros botes, conocidos como 'motorucos', que pescaban por esta zona de la ría. Al joven le fallaron las fuerzas, pues al peso de su tío se sumaban las botas que llevaba puestas que se iban llenando de agua, así que tuvieron que ser otros pescadores los que le ayudaron a subirlo a bordo. Mientras, una tercera embarcación llamó al teléfono de emergencias 112, y al rato acudieron efectivos de la Cruz Roja del Mar, que trasladaron el cadáver a puerto.
Sobre las cuatro de la tarde la alcaldesa, Milagros Rozadilla, fue informada del suceso y avisó, a su vez, a los representantes de la Cofradía de Pescadores de Santoña, que pusieron sus instalaciones a disposición de la familia de la víctima, residentes todos ellos en Cicero desde hace más de una década. Por la tarde acudió la esposa del fallecido, con la que tenía una hija de dos años de edad, su suegro y una amiga de la familia, que fueron atendidos por un equipo de psicólogos de la Cruz Roja desplazados desde Santander. La mujer de Julio César trabaja en la guardería Carrero Blanco de Santoña, y sus compañeras la estuvieron acompañado durante toda la tarde. 
 En un principio se pensó que la cercanía de unas torres de alta tensión pudieran haber influido en el incidente, aunque después el sobrino de la víctima indicó que «cuando ocurrió estábamos alejados de los cables». Sin embargo, el bote en el que ambos pescaban ayer por la tarde permanecía fondeado a escasa distancia de estas líneas de alta tensión, circunstancia que los pescadores consideran que pudo influir y que, incluso, el rayo podría haber impactado primero en el cableado. Fuentes de la Cofradía precisan que el cuerpo de la víctima presentaba «las quemaduras más graves a la altura del pecho, justo donde tenía guardado el teléfono móvil», aunque las causas exactas de la muerte se determinarán en la autopsia que se practique al cadáver, trasladado al Hospital Valdecilla.