Nos quejamos del frío en España, pero en Rusia,
donde ahora mismo están a 46 grados bajo cero, lo nuestro les debe
parecer una temperatura muy agradable. Las termómetros negativos son
habituales para los rusos, pero cuando rondan los menos 50, vivir allí
se convierte en una auténtica hazaña. Es lo que está sucediendo en la
región de Yakutia. En muchos colegios se han suspendido las clases y
quedarse en casa parece ser la mejor opción.
Pero los habitantes saben poner al
mal tiempo buena cara. «No hace frío, vamos bien abrigados», dice un
vendedor. Están acostumbrados y beben mucho té caliente para combatir
las gélidas temperaturas. Los equipos de emergencia evitaron ayer lo que
podría haber sido una tragedia en una fábrica: 3.000 trabajadores a 50
grados bajo cero. Se espera que las temperaturas suban hasta los 37
grados negativos a lo largo de la semana, el frío habitual en esta zona
durante el invierno.
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